en una ruta maldita...que la vi hasta a Evita.
se acabó la gasolina...del auto y bajé vi a un
viejo pálido y con él charlé.
su esposa tenía una mirada preocupada
pero pronto me puse a bailar una balada.
llegué a la gasolinera para pedir nafta y un
enano me atendió, le dije qué onda y me
pateó. llegué a la casa a buscar a mi
pequeña pero el viejo maldito dijo que no
le daba pena, le pegué una piña y lo
desfiguré, vino la esposa y con la silla le
pegué y así fue como a mi hijita la salvé.
Constantino
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