Lo primero que quise fue sacarle una foto (¿pero por qué a él?). Tenía las encías del color de la camisa o la camisa del color de las encías. Se pasaba la lengua por la superficie sin dientes mientras hablaba de mi padre.
Se siente raro eso: la lengua en lo primitivo de la boca, tanto silencio, que me hablen de mi padre. Tiene una quinta a 50 kilómetros del pueblo.
(les digo a todos que quiero saludar a mis abuelos.
yo sé que ya están muertos.)
(Incómodo te sacaste la boina para acomodarte el pelo. Dejaste la radio a un costado, y también las manos.)
La única forma de querer a alguien
-este pueblo estuvo tapado de nieve, dice pablo-
es mirarle las manos.
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Madre dijo que no se tardaría
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Nos caían en el cuerpo hojas de árboles de alguna estación anterior.
2 comentarios:
muy tiernos, foto y texto
me gusta. eso de las manos es lindo. facu
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