lunes, marzo 15, 2010

i.

tres cinco uno tres siete
el teléfono de la infancia

enfrente, la plaza mitre

volvía en el 531 y me di cuenta de que de Adelfa nos habíamos olvidado, que ahí estaba en su departamento y que nunca más habíamos ido a visitarla.

la última vez que le escuché la voz fue para mi cumpleaños. en julio.

después mámá cumplió sesenta, el 19. ahí llamó y no la reconocimos.
preguntó por alicia, estuvieron hablando un rato y toda la conversación giró alrededor de ese no-reconocimiento:

que cómo no vas a saber quién soy.
que dale, que hoy hablé con tanta gente...
que silvia, que odelcia...

NO, ADELFA.

es la única ventana encendida
(ella lo sabe)
de un edificio frente al mar

de todas formas dice mamá que no se enojó, que se reía y que me mandó un beso.

3 comentarios:

joaquín c. dijo...

es genial, muy.

adelfa.

tiene algo. el ritmo. lo oral. me gusta fer.

Cain de Nod dijo...

Ahora no podre dejar de recorrer las calles en busca de Adelfa.

Ah.. si, pongo el nombre de mi blog en el buscador google y me sale tu foto en la parte de imagenes, que esta pasando Willis?
Ah, si.. te vi en N*v*rm*nd. Creo. O lo quizas lo soñé.



Cya

Flavia Garione dijo...

"toda la conversación giró alrededor de ese no-reconocimiento"
genial, me gustó mucho.

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