viernes, junio 01, 2012


Entonces hace falta que escriba un journal. Con fernandaciones incluídas, dice Paul. Y hacé lo que quieras pero no tomes merca. Está peor que nunca, dice mamá y se queda cantando Balada para un loco mientras Paul, y no Pablo, me regala muchas cosas que trajo de  Londres y ¿cuál querés primero? ¿grande o chica?  yo sabía que te iba a gustar.  Entonces siento que no merezco ni un poco todo esto que estoy viviendo, y pienso que quiero mucho a la gente que quiero, que amo mucho a la gente que amo. Escribí sin querer que siento que no me reconozco. Que no mere(cono)zco.
En el avión viajé con Artemio Cruz; que en verdad era un anciano poco amigable que había pedido kosher como menú pero no era judío, que había pedido assitance para que lo pasearan en silla de ruedas -y así saltear la aduana-, pero no era inválido. Y yo le tenía miedo a tantas cosas que al final me produjeron un vértigo hermoso que no permití que me dejara  arrastrar con su conversación etílica de kosher con vino blanco. Quería disfrutar. En silencio. Dicen que los hombres vuelven de la guerra sin nada que contar. En la narración siempre hay vida, entonces, pienso. Hay al menos un deseo de vida cuando se narra. Pero qué hago escuchando a un hombre que se hace pasar por judío, que narra como en una última bocanada desesperada, que se repite las cosas para que no desaparezcan porque ya se van, ya se van. Porque la narración de a poco también asesina. La de los barriletes estelares, la de los empleados públicos y de comercio que (se) mueren mientras escuchan. Porque todo lo que te mata está hecho de tiempo muerto. No quiero escucharte, no es ésta una situación de escuchar; estoy mirando cómo se alejan las lucecitas de buenos aires y pienso Qué linda es buenos aires, una ciudad mujer y yo que quizás resolví mi complejo de Edipo con ella. Quiero que me perdonen, no quiero sentirme culpable por no haber escuchado a ese hombre. Quiero que me perdonen, ese hombre hace 20 años, como se abandona Israel, como se abandona Buenos Aires, había abandonado a sus hijos. 

let's follow the cops back home