martes, agosto 31, 2010

La ciénaga - Claudia Masin

Una madre es siempre una ciénaga.
Osvaldo Bossi



Preguntaste si tenía miedo. Mejor dicho,
nada preguntaste. Una madre nunca pregunta
lo que realmente quisiera saber. Me miraste
y algo en tu mirada decía ¿tenés miedo?.
Yo, a veces, no encuentro la respuesta y callo
como si mi corazón fuera un reloj cuyas agujas
se detienen cada vez que tu mirada, ansiosa,
lo consulta. Algunos pájaros
sobrevolaban la piscina de aguas verdosas,
contaminadas. Tendrías que haber renovado el agua
al terminar el último invierno, me dijiste. Quizás es
imposible
resistir la tentación de dejar pasar el tiempo, abandonar,
quedarnos sentados en la orilla mirando el deterioro.
Presenciar cómo, lentamente, la simpleza
del agua cristalina se transforma
en la complejidad de una ciénaga. Tal vez
la única libertad posible sea
la de negarse a mover un dedo, aunque se te vaya
la vida en ello. Preferiría no hacerlo,
como el personaje del cuento. Preferiría no moverme.
Ví una vez, aquí, cerca del pueblo, un animal
agonizante. Había caído dentro de un pozo
de agua estancada. Imaginemos:
el animal va muriendo día a día, de a poco.
No puede moverse. El agua podrida le llega hasta el cuello,
¿le preguntarías a ese animal si tiene miedo?
Las tragedias son vulgares, ocurren todo el tiempo.
¿Podrías hablarme hasta que la noche caiga
y llegue el sueño? Quisiera que el rumor
de tu voz me adormezca, como si fuera
la música perezosa de las cigarras en pleno verano,
y después callarnos los dos, una madre
y su hijo callados, sentados en las sillitas
de plástico despintadas, para que el tiempo
pase cerca nuestro, apenas rozándonos,
y todo esté tan silencioso que no advierta
que estoy esperando que su paso me ignore
y me deje aquí, al lado tuyo,
abandonado.

5 comentarios:

Pablo dijo...

hermosos texto, me gustó mucho.
seguiré pasando.
Saludos

Nicolas Straccia dijo...

"Bartleby el escribiente", de Melville. Él, Bartleby, decía "preferiría no hacerlo".
Es un cuento fantásticamente sobrecojedor, como este texto, como esta ciénaga también lo es.

Jasy Ra'y dijo...

Venía de paso y me atrapó el relato, di unas vueltitas y sigo viaje... llevándome un pensamiento mudo.

Gilberto Antonio Zemog-Asonipse dijo...

Acá vendremos como los pájaros, a buscar entre estas hojas rotas... Estupenda antología de textos.

Pablo dijo...

gracias x el comentario, Fernanda, el sentimiento es recíproco. Pero mepa que colgaste un poco el blog, no? una pena, se me hace que se fueron todos al feisbu

saludos

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