viernes, mayo 30, 2008

todavía no.

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qué difícil cuando ves que algo se te viene encima, cuando ves que ya se estampa y no podés hacer nada, porque si ponés las dos manos adelante y decís pará, frená un poco, lo único que hacés es dar un golpe, y eso te carga toda la responsabilidad, como si fuera posible evitar el choque.

entonces lo mejor es dejar que las velocidades de los cuerpos fluyan, vos me atravesás a mí o yo te atravieso, y cerrar los ojos en el momento exacto para mentir que todo está bien, que todo es natural, que todo este golpe quiere decir que

no vale hablar de todo lo que quiere decir este golpe: cuando uno choca, los cuerpos siguen viajando a la misma velocidad que venían y eso provoca las lesiones; el nivel de destrucción, ese hombre que vuela y se estalla y es un montón de sangre, y ese momento tan cuidadosamente no-planeado, todo eso habla de la velocidad a que veníamos, pero no dice nada.

y después mirar el cuerpo estrellado, mirar las manos porque la única forma de querer a alguien es mirarle las manos, y a cada minuto que pasa el corazón le late, y algo peor que estar a punto de chocar es saber que a partir de ahora ya no vas a poder chocar nunca.

y todavía no entiendo bien a qué apunto.

2 comentarios:

P dijo...

La otra forma de querer a alguien es querer dormir con alguien, pero no en un sentido sexual.

En La insoportable levedad del ser decía que esa era la diferencia entre amor y deseo (o algo así), y me gustaba...

Anónimo dijo...

kundera says:

"Hacer el amor con una mujer y dormir con una mujer son dos pasiones no sólo distintas sino casi contradictorias. El amor no se manifiesta en el deseo de acostarse con alguien (este deseo se produce en relación con una cantidad innumerable de mujeres), sino en el deseo de dormir junto a alguien (este deseo se produce en relación con una única mujer)."

ahora no sé por qué te recordó eso este post...

let's follow the cops back home