sábado, septiembre 03, 2011



La librería es un gran lugar. Creo que voy a extrañarla. Creo que voy a soñar muchas veces con ella. Creo que me acuerdo de una sola línea de un libro que hace días citó alguien en el industrial; estábamos hablando de ciencia ficción, no nos gusta la ciencia ficción pero nos gusta bastante la poesía (cómo detectar mentiras en los niños, cómo detectar mentiras que ocultan verdades) 'nostalgia del futuro’, profe, a lo mejor se llama nostalgia del futuro.


El médico me preguntó cuántos años tenía y dije 23. Me di cuenta recién cuando llegué a casa. Parece que hoy comienza el quedarnos en el 2011 por el resto de nuestras vidas; el año de Uruguay, de Doña Bárbara, de Pierrot le clown y de acabar con la clausura para no querer pasar a lo siguiente. Felicidades. Porque hace un mes y días que cumplí 24.


‘Todo enfermedad’ dice mamá y me dan ganas de abrazarla hasta el fin de los tiempos ‘No lo digo por vos’ aunque estoy tirada en la cama con el termómetro abajo del brazo por si en algún momento a mi cuerpo se le ocurre levantar fiebre. No voy a ser la joven Werther del subdesarrollo de nadie; estaba contenta porque no había nada excesivo en vos, yo que siempre caigo en las garras de gente excesiva que me llena la vida de cosas. Entonces aparece ella y en vez de odiarla me dan ganas de hacerme amiga, hasta de enamorarme.  Pero no voy a ser tu joven Werther, ni voy a ser paliativo de nadie. Ahora me pregunto si esa noche habremos estado festejando juntos su cumpleaños. Me la regalaste, sí. Let us compare pathologies, bonito regalo. 

2 comentarios:

Facundo Giménez dijo...

che, fer, me encantaron estas notas. Tenés más?

fer dijo...

gracias, facu! no tengo más, creo, pero intentaré seguirlas.

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